martes, 4 de agosto de 2015

Un nuevo mundo para ellos

Veréis, conocí a en una ocasión a una niña que poseía una gran imaginación. Por las calles empedradas siempre caminaba, viendo en uno y otro lado cosas fantaseadas. ¡Aquí un hada, allí un dragón, al final del camino un príncipe vestido de blasón! Ella era feliz viviendo así, leyendo por las noches y soñando por el día, viendo despierta las maravillas de sus historias preferidas. De la realidad poco le interesaba, disfrutaba mucho más de su verdad inventada.