jueves, 18 de diciembre de 2014

El reloj de arena

Atrapada estaba en el reloj de arena, los granos caían sobre su cabeza sin cesar, no había por dónde escapar.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

En busca de la inspiración

Una pluma y un tintero son herramientas de escritor. El protagonista de mi historia tal cosa creía que era y buscando buscando una historia, se pasó su vida entera, portando en su bolsillo, la pluma y el tintero.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Día 31

He de empezar esta entrada disculpándome por la tardanza. Lo cierto es que ha sido un mes lo bien de ajetreado. Pero bueno, más vale tarde que nunca. De todas formas de aquel día poco hay que contar.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Día 30

Ese sábado lo llevaba esperando desde hacía una semana, básicamente desde que me enteré de lo que íbamos a hacer. El plan era ir… ¡al Caribe! A ese mar lleno de islitas, de playas con arena más blanca que la nieve y aguas tan cristalinas que puedes ver con todo detalle el fondo. Ahora os daréis cuenta de por qué tenía tantas ganas yo de que llegara el sábado.

martes, 12 de agosto de 2014

Día 29

Aquel día vimos Panamá, la capital. Y por primera vez desde que llegamos estuvimos todo el día a nuestra bola. Desde que nos levantamos nos encontramos solas en la casa. Lo que aprovechamos para comer un abundante desayuno (quizás hasta nos pasamos un poco). Pero bueno, era necesario. Necesitábamos fuerzas para aguantar toda la jornada.

martes, 5 de agosto de 2014

Día 28

Ya sí que era nuestro último día en San Félix. Y sí, definitivamente era el día de las despedidas. Hubo despedida en el Paraíso, hubo despedida en Las Lajas y hubo despedida en la Fundación.

Día 27

Ese día comenzó de forma bastante desastrosa. Nuestra intención era pasar toda la mañana con los niños del Paraíso, organizándoles juegos y dándoles regalitos. Todo con el fin de hacer una gran despedida y que nos recordaran con cariño.

miércoles, 30 de julio de 2014

Día 26

En Las Lajas tuve que volver a ponerme seria con los de quinto. De verdad que lo que se les dice les entra por un oído y les sale por el otro. Es desesperante. Parece que lo de las broncas solo hacen efecto en el día. Pero bueno, aparte de ese incidente, el resto de la jornada de escuela pasó sin ningún tipo de problema.

Día 25

Al Paraíso ya nos acercábamos con cierto aire de tristeza, sabiendo que ese era el penúltimo día que íbamos a ver a nuestros niños. De ellos ya tenemos miles de fotos, pero unas cuantas más no hacen daño. Así que nuevamente llevamos la cámara, lo cual fue una auténtico show. “Déjamela a mí” “Yo no he sacado ninguna foto” “Yo también quiero”.

Día 24

El domingo fue diferente al del resto que llevábamos viviendo aquí. Para empezar no fuimos a misa. Y para terminar, fuimos a la comarca. Carlos e Inma estaban deseosos por visitar esa parte de Panamá, así que en seguida nos pusimos en marcha (eso sí, el desayuno de huevos revueltos con hojaldras no faltó).

jueves, 24 de julio de 2014

Día 23

La de ese sábado fue la mejor excursión hecha hasta la fecha, según mi punto de vista. El día anterior habían venido Carlos e Inma, amigos del padre de Teresa, quienes ya conocían la zona, y que nos prepararon un buen paseo (por llamarlo de alguna manera).

Día 22

Si el jueves fue la fiesta del niño en la Comarca, el viernes lo fue en Las Lajas. Así que allí nos dirigimos para ver la celebración. Estos tuvieron más suerte, porque un sol radiante brillaba ese día en el cielo. Todos los niños iban disfrazados, principalmente de vaqueros. Sin embargo, los más pequeños (lo niños kínder, como aquí los llaman) parece que tenían más libertad para elegir los trajes. Allí vimos princesas, brujitas, hadas…

miércoles, 23 de julio de 2014

Día 21

El domingo de esa semana se celebraba en todo Panamá el día del niño. Sin embargo, el ya costumbre que el domingo los niños no van a la escuela, por lo que las diferentes escuelas lo festejan a lo largo de dicha semana. En la escuela de Hato Chamí, en la Comarca, eligieron el jueves para esa gran ocasión. Así que ese día, para poder disfrutar de tan grato plan, nos levantamos a las CINCO de la mañana.

Día 20

En el Paraíso, como siempre y como parece indicar su nombre, todo fueron juegos y diversión. Aunque esto, que ya es típico, se ensombreció cuando Kelly volvió de una de las muchas carreras con la camisa llena de tierra. Cabizbaja se sentó y ya no quiso levantarse para seguir jugando. No iba a dejarla allí sin más. Así que me acerqué para convencerla de que siguiera participando. Le dije que era una manchita de nada, que eso se quitaba rápido.

Día 19

Ese martes regresamos, ya sí, a nuestra rutina habitual. Las Lajas, nos tocaba. En general fue un día bastante normal. El único incidente digno de contar aconteció, cómo no, durante la hora en que me tocaba la clase con los de quinto. Había llevado, para hacer ese día, un par de sopas de letras. Nada, no se estaban quietos, no dejaban pensar a la persona que salía a la pizarra, se levantaban, se movían por la clase… así que me harté, y muy digna les eché la bronca. Jamás había hecho una cosa parecida, hasta me puse nerviosa y todo. Pero bueno, por lo menos funcionó y se callaron. O al menos durante un rato.

martes, 22 de julio de 2014

Día 18

Ese lunes fue diferente. No fue una continuación de nuestra rutina. Muy a nuestro pesar, no pudimos ir a ver a los niños del Paraíso. Sin embargo, el plan alternativo lo justificaba. Tocaba subir con Bob a la aldea Ngobe de Ratón. Madre mía, menudo viajecito. Para empezar nos encontramos una serpiente enorme tirada en el camino. Jamás había visto una tan de cerca. Después, ya cuando estábamos por carretera asfaltada, con muchísimas curvas y cuestas y con una nube rodeándonos por todas partes, pensábamos que esa era la peor parte. Nuestro vecino americano nos sacó de nuestro error.

lunes, 21 de julio de 2014

Día 17

Domingo de relax. Como el del resto de las semanas. Por algo se dice que es el día de guardar. Nos tocó, en este caso, la misa en Las Lajas. Esto es muy importante por la siguiente razón. San Félix, misa a las 8:00, Las Lajas, misa a las 10:00. Vamos, que no tuvimos que madrugar (aquí levantarse a las 9 no es madrugar).

Día 16

El sábado trasladamos nuestro plan de los domingos. Por la mañana nos dirigimos rumbo a la playa, aunque hicimos unas cuantas paradas previas. Para empezar fuimos a Remedios, un pueblo pesquero que a mí me pareció de lo más bonito. En serio, la plaza podría haber pasado perfectamente por una de las de España. (No quiero decir con esto que los pueblos españoles sean más bonitos, simplemente que me los recordó).

martes, 15 de julio de 2014

Día 15

Por fin, después de dos semanas, fuimos a La Comarca. Todo fue posible gracias a la compañía y experiencia de nuestro vecino americano Bob. Él ya conoce a varias familias ngobes a las que ha ayudado en incontables ocasiones (a unos les lleva comida, a otros les construye un generador para tener electricidad, a otros les hace una pequeña ducha…). Bob tiene generosidad para todo el mundo, y lo mejor es que muchas veces toda esa generosidad la paga de su propio bolsillo.

lunes, 14 de julio de 2014

Día 14

Las Lajas nos esperaba. Ese día tocaba enseñar algo de gramática, después de tantos días dando vocabulario. Por lo menos que aprendan a construir alguna frase, por muy sencilla que esta sea.
Como siempre, dar clase a los de cuarto fue un auténtico placer. Cada día son más participativos, más atentos y por lo menos se acuerdan de alguna que otra palabra. No me puedo quejar porque por lo menos escuchan. Ahora entiendo muy bien a mis profesores cuando se desesperaban por mi charla constante en clase.

Día 13

El Paraíso cada día nos gusta más. Son como una familia en la que los mayores ayudan y protegen a los pequeños (hay que tener en cuenta que muchos de ellos son hermanos). A pesar de las distintas edades que les separaran comparten experiencias, conocimientos y juegos. Todos son amigos entre sí. Y lo mejor es que nos han acogido con los brazos abiertos.

Día 12

Tocaba otra vez Las Lajas. A dar inglés como cosacas. En realidad no. Vamos a un ritmo bastante lento, porque son niños que no han dado de esta asignatura demasiado, así que el nivel es muy bajo.

Día 11

Comienza una nueva semana, la segunda de esta experiencia. Ya estamos completamente metidas en rutina. Ese lunes nos tocaba regresar a la escuela del Paraíso. Estábamos expectantes por volver a ver a los niños, porque hacía ya una semana que no lo hacíamos. Para nuestra desgracia, el miércoles anterior su profesora (también su directora) había decidido no abrir la escuela porque tenía otras cosas que hacer que, al parecer, eran más importantes. Ahí se ve lo bien que se toman la educación en algunos sectores.

miércoles, 9 de julio de 2014

Día 10

Otro domingo más. Se puede decir que ya estamos completamente metidas en rutina. De tal manera que esa jornada, como en la de hacía una semana, tocaba misa y después playa. El punto diferente, que la misa en lugar de ser en San Félix fue en Las Lajas. Al tratarse de otra congregación era necesario que el Padre Julián volviese a presentarnos, sin embargo, por suerte o por intervención divina, en el momento crítico, la única oportunidad para hacerlo, se olvidó por completo de nosotras. La verdad, un alivio.

lunes, 7 de julio de 2014

Día 9

Rocky, llamado el tirano, se colocó tras el púlpito y con ojos inquisitivos comenzó a decir a su joven congregación lo que habrían de hacer esa mañana durante la Misión. Con sus cortos veinte años determinaba, elegía y mandaba como le venía en gana. Teresa y yo, nuevas en esto de llevar la religión a las casas de las gentes, nos mirábamos, con ese tipo de miradas (seguro que las conocen) que lo dicen todo sin palabras. Básicamente nuestras conversaciones en silencio venían a resumirse en lo siguiente “pero este niño de qué pino/palmera/cocotero se ha caído”.  

domingo, 6 de julio de 2014

Día 8

Era viernes, y como no teníamos nada más planificado, nos dedicamos a visitar nuevas casas. Nuevas vidas y nuevas historias. Lo cierto es que lo que más nos gusta de esta actividad en particular es poder conocer a gente tan variopinta.

sábado, 5 de julio de 2014

Día 7

Ese día nos tocaba (por fin), conocer a los niños del colegio de Las Lajas. Entre las dos teníamos que dar clase a seis cursos que iban desde los 6 hasta los 12 años. Al final como no nos poníamos de acuerdo de a quién daría quién, lo echamos a suertes, de tal manera que Teresa se quedó con los peques, primero, segundo y tercero y yo con los mayores, cuarto, quinto y sexto. Nuestro cometido, básicamente dar clases de inglés. Nuestra mayor preocupación, caerles lo mejor posible.

viernes, 4 de julio de 2014

Día 6

Fue un día tranquilo. Simplemente nos tocó ir al “Sedán” a acompañar a los ancianos desde por la mañana a las 8 hasta las 3-4 de la tarde. Aunque es verdad que Teresa me dejó sola ante el peligro cuando tuvo que acompañar a uno de los ancianos, el señor Sergio, que es ciego, a misa, porque como ya saben los panameños son muy religiosos.

Día 5

En serio, no tenemos ni la menor idea de lo que significa ser pobre. Lo digo porque aquí sí que hemos visto la auténtica pobreza. Es verdad que en los días anteriores habíamos conocido a personas que viven mejor o peor, casas que eran buenas, otras que parecía que se caían y en general una forma de vida que según nuestros estándares o forma de pensar consideraríamos por debajo de nuestro nivel de vida.

miércoles, 2 de julio de 2014

Día 4

Este era el día que empezaba auténticamente nuestro trabajo. Sin embargo como suele ocurrir con casi todos los primeros días fue más bien de aclimatación.

Día 3

Una de las principales características de estas gentes es lo muy religiosas que son. Por ello el domingo nos encontramos a casi todo el pueblo en la Iglesia (o por lo menos a mí me pareció todo el pueblo, aunque escuchando la conversación entre los dos padres, Julián y Adonaí, parece que no acudió mucha gente).

martes, 1 de julio de 2014

Día 2

Este segundo día fue cuando auténticamente vimos Panamá. Desde luego un viaje en autobús de seis horas da para mirar por la ventanilla. Me acuerdo exactamente de en qué momento me enamoré de este lugar. Cuando llegamos a la zona de las montañas. Paredes verticales flanqueaban la carretera, rebosando a más no poder de árboles que salían de la tierra en posiciones imposibles. Es en este momento cuando te das cuenta realmente que estás en medio de la selva.

Día 1

“¡Qué verde!” es el primer pensamiento que te pasa por la cabeza cuando sobrevuelas las vastas extensiones de vegetales de ese pequeño país llamado Panamá, del que todos hemos oído alguna vez hablar aunque solo sea por su famoso canal. Sin embargo, desde el avión, en uno de esos giros inclinados no se puede apreciar realmente la belleza del lugar.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Crónica de un trabajo

     Cuando nos propuso realizar la “entrevista de nuestra vida”, pudiendo elegir aquello que realmente nos apasionaba y de lo que nos gustaría conocer más, inmediatamente pensé en dos mundos, ambos relacionados con la imaginación y creación y que, quieras que no, cada vez están más conectados. Estos ámbitos son el del cine y el de la creación literaria.