domingo, 20 de octubre de 2013

Un buen entretenimiento para el verano

   Lo sé, lo sé, ha pasado todo el verano y yo sin dar señales de vida. Pero ahora vuelvo a tener un ratillo y esta entrada se la voy a dedicar a la saga Fiebre de Karen Marie Moning, que es básicamente a lo que he dedicado mis pequeños ratos libres de los pasados meses.


   La saga en sí está compuesta por cinco libros, todos ya en el mercado, lo cual es todo un alivio y una ventaja, porque eso de esperar un año, o más, a que salga la continuación, es un fastidio, aparte de que por lo general, entre entrega y entrega se te suele olvidar de qué iba la historia (como supongo que sabréis los que se deleiten, como yo, leyendo sagas y más sagas). Bueno, volviendo al tema que nos ocupa, los cinco libros son: Darkfever, Bloodfever, Faefever, Dreamfever y Shadowfever. Como veis, unos títulos bastante oscuros, pero que pegan, sin lugar a dudas, con su contenido.

    En contraposición a cómo aparece la protagonista cuando comienza la historia, Mac, una chica americana joven, llena de vida y fan incondicional de los colores del Arco Iris, se ve un mundo casi en tinieblas, lleno de seres horrendos y capaces de asesinar de forma tan horrorosa como su propio aspecto. Mundo al que Mac se ve arrastrada, después de que su hermana sea asesinada de forma brutal en las calles de Dublín.

    A esta ciudad es a donde va nuestra joven protagonista para buscar respuestas y para evitar enfrentarse al propio dolor de la pérdida. Comenzada la lucha con algo que ni siquiera comprende, encontrará, escondido en las calles de Dublín, el único lugar en el que se sentirá segura, la librería de Jerichó Barrons, hombre más oscuro y enigmático, si cabe, que la ciudad que lo alberga.

      A partir de ese momento, hadas, seelie y unseelie, monstruos, cosas indescriptibles y el propio Barrons poblarán la vida de Mac, y le arrastrarán a un destino que ni se imagina y que no hubiese elegido ni en un millón de años.

     La historia, en verdad, es bastante apocalíptica, y sin embargo introduce algo que no se suele ver. En lugar de ser la destrucción de los humanos por causas naturales o por una invasión extraterrestre, lo cierto, es que es la magia y lo sobrenatural lo que nos amenaza en este libro. Las hadas dejan de ser pequeños seres con alas y que van tirando polvo brillante allí por donde van, para convertirse en una civilización mucho más avanzada, a la que deberíamos temer.

     Otro aspecto importante de esta saga, es la evolución que sufre la protagonista. De una cría, que poco o nada sabe de la vida real, se convierte en una luchadora neta. Dejadas atrás la ingenuidad y confianza que le son propias, Mac se convertirá en un enemigo a tener en cuenta, incluso para el propio Barrons, que a lo largo de toda la historia no queda muy claro en qué bando está.

     El suspense, pues, ciertamente te engancha y provoca que quieras seguir leyendo y esta necesidad se acentúa siempre cuando los libros terminan, pues te dejan con la insoportable pregunta de ¿y ahora qué? (De ahí que sea una ventaja que ya estén todos a la venta). Y es que solo el último cierra la historia por completo, aunque sí que es verdad que te deja con la insoportable pregunta de qué les deparará el futuro, no solo a los protagonistas, sino a toda la humanidad.

      Por otra parte, otro aspecto que lo hace una gran historia, y es la existencia de diferentes enemigos, que se van superponiendo, cada cual más malvado y temido que el anterior. Es la propia evolución de los malos, al igual que lo veíamos en la protagonista.

      Bajo mi punto de vista, es un libro para todos los públicos, ya que tiene de todo, tiene lucha, tiene amor, tiene personajes para gusto de todo el mundo, tiene magia... en fin, une las cosas propias del mundo real con una versión completamente diferente y fantasiosa del mismo. Buena forma, al fin y al cabo, para entretenerse, sobre todo en los ratos libres del largo verano.
         

     

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