martes, 1 de diciembre de 2015

Cuanto más se enamoran ellos, más se agobian ellas

Hace unos pocos días vi una película por recomendación de una amiga. Ella me dijo “Tienes que verla, es muy de tu estilo”. Así que seguí su consejo y lo cierto es que tenía toda la razón, era muy de mi estilo, pero del mío y del de todas, o prácticamente todas, las mujeres que conozco. La película en cuestión es ‘Y de repente tú’. Comedia romántica, por lo que el propio título indica, pero que bajo mi punto de vista proporciona una visión mucho más moderna de lo que son las relaciones hoy en día y de cómo son las mujeres con respecto a ellas.
En sí, el film presenta a una chica de unos treinta años, Amy, que tiene problemas con el compromiso, ya que desde pequeña su padre le ha enseñado que la monogamia ‘no es más que un mito’. Sale con distintos hombres, pero no se compromete emocionalmente con ninguno. Es más, suele salir con aquellos con los que es prácticamente imposible enamorarse. Lo cierto es que son ellos los que ‘caen rendidos a sus pies’, o al menos que esperan conseguir su atención.
Por poner un ejemplo, el novio con el que está saliendo al principio de la película, un culturista un tanto peculiar (por denominarle de alguna manera), le describe con todo lujo de detalles cómo va  ser su vida en común cuando estén casados, ya que esa es su intención, pedirle matrimonio.
Eso antes de enterarse de que ella nunca consideró que fueran exclusivos. Vamos que la fidelidad no era algo que para Amy tuviera cabida en su relación. Por supuesto, es una comedia romántica, y como en toda comedia romántica al final la protagonista conoce a un chico que le hace romper sus esquemas, los que ella misma se había impuesto. Aaron Conners es el hombre en cuestión, un médico deportivo que tiene claro lo que quiere. Y lo que quiere es a Amy. Está tan decidido a salir con ella que incluso consigue que se replantee su estilo de vida y sus convicciones.
Para mí lo mejor de este film es Amy, la protagonista, por varios motivos. Para empezar es una chica normal, no un bellezón de revista. Es guapa, pero del montón, un poco rellenita, con curvas, vamos, independiente y decididamente con mucha personalidad. Es una mujer en toda regla, un modelo digno de ser tenido en cuenta, pero lo más importante, un modelo real, al que todas podemos aspirar. Además es ella la que tiene el control, al menos en lo que a las relaciones se refiere. Ya desde la primer escena deja claro que es ella ‘quien pone las reglas’. Esto es lo que más me gusta de ella porque pone en claro algo que yo he ido viendo en los últimos tiempos. Y es que las mujeres somos cada vez más independientes.
No es por echarnos flores, pero por mi experiencia y por lo que me cuentan mis amigas, la historia que cada vez se repite más a menudo es la de chicos que se enamoran, o al menos que quedan bien ‘enchochados’, y de chicas a las que les cuesta mucho renunciar a su libertad. Para resumirlo en una frase, cuanto más se enamoran ellos, más se agobian ellas. Frases desde ‘Dios mío qué pereza de hombre’ o ‘Se enfada por todo, hasta por no contestarle al whatsapp a los cinco minutos’ pasando también por ‘Necesito mi espacio ya ¡Noche de chicas!’ son cosas que escucho muy a menudo en  mis círculos. No sé si es que soy yo y la gente con la que me junto o si realmente esto muestra un cambio de actitud en nosotras. Es decir, incluso mis amigas ‘enamoradas hasta las trancas’ quieren mantener su independencia, frente a chicos que, cito por propia experiencia, ‘solo quieren estar con nosotras’. ¡Por el amor de Dios, eso sí que es tedioso!
El caso, y volviendo al tema que nos atañe, la película ‘Y de repente tú’ representa muy bien ese cambio de actitud, ese cambio de modelo, a esa mujer de hoy. Por ello a mi me ha encantado, motivo por el que se la recomiendo a todo el mundo, sobre todo a aquellas mujeres que se hayan sentido identificadas leyendo este post. Además con esta película tienes aseguradas las risas, lo cual nunca está de más. 

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