Hace unos pocos días vi una
película por recomendación de una amiga. Ella me dijo “Tienes que verla, es muy
de tu estilo”. Así que seguí su consejo y lo cierto es que tenía toda la razón,
era muy de mi estilo, pero del mío y del de todas, o prácticamente todas, las
mujeres que conozco. La película en cuestión es ‘Y de repente tú’. Comedia
romántica, por lo que el propio título indica, pero que bajo mi punto de vista
proporciona una visión mucho más moderna de lo que son las relaciones hoy en
día y de cómo son las mujeres con respecto a ellas.
En sí, el film presenta a una
chica de unos treinta años, Amy, que tiene problemas con el compromiso, ya que
desde pequeña su padre le ha enseñado que la monogamia ‘no es más que un mito’.
Sale con distintos hombres, pero no se compromete emocionalmente con ninguno.
Es más, suele salir con aquellos con los que es prácticamente imposible enamorarse.
Lo cierto es que son ellos los que ‘caen rendidos a sus pies’, o al menos que
esperan conseguir su atención.
Por poner un ejemplo, el novio con el que está saliendo al principio de la película, un culturista un tanto peculiar (por denominarle de alguna manera), le describe con todo lujo de detalles cómo va ser su vida en común cuando estén casados, ya que esa es su intención, pedirle matrimonio.
Eso antes de enterarse de que ella
nunca consideró que fueran exclusivos. Vamos que la fidelidad no era algo que
para Amy tuviera cabida en su relación. Por supuesto, es una comedia romántica,
y como en toda comedia romántica al final la protagonista conoce a un chico que
le hace romper sus esquemas, los que ella misma se había impuesto. Aaron
Conners es el hombre en cuestión, un médico deportivo que tiene claro lo que
quiere. Y lo que quiere es a Amy. Está tan decidido a salir con ella que
incluso consigue que se replantee su estilo de vida y sus convicciones.Por poner un ejemplo, el novio con el que está saliendo al principio de la película, un culturista un tanto peculiar (por denominarle de alguna manera), le describe con todo lujo de detalles cómo va ser su vida en común cuando estén casados, ya que esa es su intención, pedirle matrimonio.
Para mí lo mejor de este film es
Amy, la protagonista, por varios motivos. Para empezar es una chica normal, no
un bellezón de revista. Es guapa, pero del montón, un poco rellenita, con
curvas, vamos, independiente y decididamente con mucha personalidad. Es una
mujer en toda regla, un modelo digno de ser tenido en cuenta, pero lo más
importante, un modelo real, al que todas podemos aspirar. Además es ella la que
tiene el control, al menos en lo que a las relaciones se refiere. Ya desde la
primer escena deja claro que es ella ‘quien pone las reglas’. Esto es lo que
más me gusta de ella porque pone en claro algo que yo he ido viendo en los
últimos tiempos. Y es que las mujeres somos cada vez más independientes.
No es por echarnos flores, pero
por mi experiencia y por lo que me cuentan mis amigas, la historia que cada vez
se repite más a menudo es la de chicos que se enamoran, o al menos que quedan
bien ‘enchochados’, y de chicas a las que les cuesta mucho renunciar a su
libertad. Para resumirlo en una frase, cuanto más se enamoran ellos, más se
agobian ellas. Frases desde ‘Dios mío qué pereza de hombre’ o ‘Se enfada por
todo, hasta por no contestarle al whatsapp a los cinco minutos’ pasando también
por ‘Necesito mi espacio ya ¡Noche de chicas!’ son cosas que escucho muy a
menudo en mis círculos. No sé si es que
soy yo y la gente con la que me junto o si realmente esto muestra un cambio de
actitud en nosotras. Es decir, incluso mis amigas ‘enamoradas hasta las
trancas’ quieren mantener su independencia, frente a chicos que, cito por
propia experiencia, ‘solo quieren estar con nosotras’. ¡Por el amor de Dios,
eso sí que es tedioso!
El caso, y volviendo al tema que
nos atañe, la película ‘Y de repente tú’ representa muy bien ese cambio de
actitud, ese cambio de modelo, a esa mujer de hoy. Por ello a mi me ha
encantado, motivo por el que se la recomiendo a todo el mundo, sobre todo a
aquellas mujeres que se hayan sentido identificadas leyendo este post. Además
con esta película tienes aseguradas las risas, lo cual nunca está de más.
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