Este era el día que empezaba auténticamente
nuestro trabajo. Sin embargo como suele ocurrir con casi todos los primeros
días fue más bien de aclimatación.
Por la mañana tocaba dar clase a unos niños
del área conocida con el nombre de Paraíso. Este fue quizás, nuestro primer
encontronazo auténtico con la pobreza de este país, que sin embargo, es tan
rico. Apenas una casita, que en un principio era de una habitación, aunque
parecía que le hubiesen añadido tabiques para dividirla en más estancias, con
dos pizarras y unos cuantos pupitres. Esta era la escuela de unos veinte niños
de todas las edades, desde los 6 a los 12 años.
Lo cierto es que los niños nunca se me han
dado demasiado bien. No sé cómo hablarles ni cómo dirigirme a ellos. Vamos, por
lo menos no sabía. Pero creo que gracias a esos críos voy a espabilar rápido en
cuanto al tema.
Cuando entramos en aquella sala oscura que
tenían por clase, no sé quién tenía más timidez, si ellos o nosotras. Pronto,
sin embargo, fueron cayendo las barreras. Como en todo nuevo encuentro lo
primero son las presentaciones. Y más o menos fue a partir de entonces cuando
todo rodó como la seda. Creo que nadie puede coger cariño más rápido a alguien
como nos pasó a nosotras. Hasta el punto que estamos literalmente deseosas de
que llegue el lunes para volverlos a ver.
Eran adorables, listos, despiertos y grandes
deportistas (nos tuvieron jugando al fútbol toda la mañana y lo cierto es que
son muy buenos, perfectos incluso para poder crear su propia selección
panameña, tanto chicos como chicas). Ante esto cuanto menos lo que se puede
decir es que es una auténtica pena que tanto potencial se pueda ir por el
desagüe porque no hay los medios para proporcionarles algo mejor.
Una vez que acabamos con los peques nos
dirigimos a acompañar a los ancianos a un centro, donde se reúnen, conocido
como el “Sedán”. Fue casi como seguir jugando, ya que al fin y al cabo los ancianos
son niños crecidos.
También en este caso tuvimos que habituarnos.
Sin embargo, parece que somos chicas con suerte ya que en este caso estaban
allí haciendo prácticas unas jóvenes fisioterapeutas que ya llevaban un mes con
los viejecitos y sabían los ejercicios y las actividades que les gustaban y que
necesitaban para trabajar los músculos. Claro está lo primero que hicimos fue
apuntar toda esa información, aunque fuese por nuestro propio bien, para estar
a la altura y mantener el listón que nos habían dejado.
Llegó la hora de comer (sé que normalmente no
doy tantos detalles, pero esto, creo, merece la pena contarlo) y me tocó
bendecir la mesa. Por si no lo suponéis nunca lo he hecho, y tampoco he
prestado mucha atención en las raras ocasiones en las que alguien de mi familia
quería bendecirla. Así que sí, fue un desastre. Solo espero que no me recuerden
por ese pequeño desliz.
Al igual que con los niños a los ancianos se
les coge pronto cariño. No sé si es porque te da la sensación de que te
necesitan, como si fuesen vulnerables y te tocasen la vena sensible. Aunque posiblemente
tanto unos como otros sean bastante más fuertes que yo.
Fue hasta la fecha, el día más completo, que
nos dio bastante para pensar y comentar. Y es posiblemente el ejemplo que
marque nuestra rutina a partir de hoy: primero la escuela y luego el “Sedán”,
aunque dudo que con estas gentes sea nunca una auténtica rutina. Hasta tal
punto es así que tanto para unos como para otros ya estamos pensando cosas que
hacer, para que se queden de nosotras un recuerdo tan bueno como el que
nosotras ya tenemos de ellos.
Hola Sara!! Me interesa mucho el tema de la misa, que has dicho que va mucha gente... América Latina es un continente predominantemente católico, pero en los últimos años ha habido una corriente evangélica que ha hecho que mucha gente se convirtiera.. sobre todo en los países de centroamérica...En Panamá sigue habiendo una predominancia católica (72%), pero los grupos evangelistas están ganando terreno (17%) Puedes informarte qué grupos tienen presencia en Panamá y si están siguiendo una estrategia de penetración... por ejemplo en Brasil destaca Iglesia Universal del Reino de Dios que tiene un programa muy famoso "Pare de Sufrir" que se emite creo en casi toda latinoamérica ¿Puedes ver si también echan ese programa? ¿Está este grupo presente en el país? El hecho de que haya un Papa argentino... se sienten más identificados con él? Si le puedes preguntar algo al padre Felix estaría guay... La verdad que me interesa mucho el tema..
ResponderEliminarUn beso y disfruta mucho de la experiencia
Tu amiga siempre pesada,
Ana :D